jueves, 21 de abril de 2016

La CNSE exige respeto por el alumnado sordo usuario de la lengua de signos



La CNSE exige respeto por el alumnado sordo usuario de la lengua de signos

Dados los comentarios del presidente de FIAPAS, y como colegio usuario de  LO-lengua escrita y LSE, según las necesidades de nuestros alumnos/as, adjuntamos estas declaraciones de la CNSE, en las que se pide respeto a los alumnos/as y al trabajo de muchos profesionales que llevamos años de experiencia en la educación de los alumnos/as sordos/as.
 La LSE nunca ha sido un impedimento para el aprendizaje de la LO-lectoescritura: es más, ayuda a su aprendizaje y mejora la autoestima y el acceso a los aprendizajes nuevos. Y su uso mayor o menor en el desarrollo del currículum dependerá de las características y necesidades concretas del alumnado, como la utilización de otras muchas herramientas de comunicación.
 Los maestros/as nos debemos a la normativa estatal y autonómica con respecto al desarrollo curricular y utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para poder llevarlo a cabo lo mejor posible, en aras del mayor desarrollo de las capacidades de nuestros alumnos/as.


 Traducción del vídeo:

La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y toda su red asociativa han manifestado su perplejidad ante las declaraciones vertidas por el máximo representante de una organización de familias con hijos sordos, en las que se afirma que el uso de la lengua de signos puede propiciar que “los alumnos sordos acaben sus estudios siendo analfabetos”, y se pone en duda la metodología bilingüe presente en algunos centros educativos de nuestro país.
 
Para la Confederación, se trata de afirmaciones muy graves que además de carecer de rigor científico, vienen a contrariar el actual marco legislativo español que propicia la convivencia de la lengua de signos y la lengua oral en materia educativa, así como las recomendaciones de la Con­vención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
 
La CNSE aclara que son muchos los estudios que corroboran los beneficios de la inclusión del aprendizaje temprano de la lengua de signos, y que, sin embargo, no se conoce ningún estudio cuyo resultado pueda indicar que el bilingüismo en lengua de signos implique algún riesgo o fracaso en los resultados. Así lo confirma el informe “La lengua de signos hoy” publicado en  por el CNLSE (Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos española), en el que se hace una revisión a diversas investigaciones sobre el potencial de las len­guas de signos y su necesidad en la educación de las personas sordas, y en el que investigadores como Esperanza Morales, afirman que “el bilingüismo es un nuevo modelo que puede llegar a resolver las dificultades lectoescritoras  de este alumnado”.
 
Por otro lado, la entidad asegura que en los aún escasos proyectos educativos en los que se contempla esta metodología bilingüe nunca se ha hecho, ni pedagógicamente sería aceptable, hacerlo “en detrimento de la lengua oral”,   que no hay ni un solo centro en el que “sólo se está trabajando en lengua de signos”, y que si así fuese, no tardaría en recibir la reprobación de toda la comunidad educativa incluidos profesionales, familias y personas sordas adultas.  En esta línea, profesionales docentes confirman que si hay alumnos que tienen que abandonar sus estudios es precisamente porque no cuentan con intérpretes de lengua de signos u otros recursos técnicos necesarios para garantizar su accesibilidad al currículo.
 
Por último, la CNSE ha querido recordar que el aprendizaje de la lengua de signos es paralelo al aprendizaje de la lengua oral y escrita. Así lo corroboran numerosas experiencias habidas en escuelas infantiles y centros educativos que demuestran que la lengua de signos es un recurso que suma, capaz de potenciar las habilidades no solo de niñas y niños sordos, sino también de sus familias y de la propia sociedad. “Ayudan a las niñas y niños sordos a entender, desde el primer momento, lo que viven y experimentan, y es la mejor aliada para construir una imagen positiva y ajustada de sí mismos”.
 
A su vez, llama a todas las entidades que trabajan por las personas sordas a luchar conjuntamente por el bien de la infancia y la juventud sorda, dejando atrás posturas cerradas que en nada benefician al colectivo, y respetando tanto la diversidad de personas sordas como el trabajo de todos los profesionales educativos.